San Juan, Puerto Rico - Sabado 03 Marzo 2007. p. 98
“El libro es un intento por llegar”
Por Mario Alegre Barrios / malegre@elnuevodia.com
Jorge David Capiello-Ortiz -autor del poemario “Comunión antropoética” que hoy se presenta en La Tertulia- asegura que escribe con el afán de tocar a otros con sus palabras.
Sin dejar de ser honesto / un poeta no siempre escribe sobre lo que siente /
sino sobre lo que quiere sentir. / Por eso hoy más que nunca / escribo sobre tu piel.
Jorge David Capiello-Ortiz
Jorge David Capiello-Ortiz
Sólo se es poeta cuando se publica un libro. Así de simple. No importa si se han escrito mil poemas o si hasta en el colmado se piden las cosas en verso, tampoco si se está en cuanto “open mic” se organiza o si todo en la vida se traduce en metáforas. Para Jorge David Capiello-Ortiz esto es una verdad a medias y por esa parte que no es mentira esta tarde -a las 6- presentará su ópera prima, Comunión antropoética (Isla Negra Editores), en la librería La Tertulia del Viejo San Juan.
No lo niega: sin que le tiemble la voz acepta que cuando escribió los poemas que dan sustancia a este libro lo hizo con la ilusión de que fuesen eso, un libro. “Siempre he escrito con la idea de llegar a ser ‘alguien’ y, para muchos, tener un libro de alguna manera es parte de eso, como lo dijo Antonio Rosario Quiles en una entrevista: ‘sólo se es poeta cuando se publica’, y quizá tenga algo de razón”, dice el escritor ponceño, fraguado en la entraña del colectivo El Sótano. “Si no tienes un libro no se te respeta como escritor, no entras al canon. Puedes ser el mejor y leer poemas en todas las barras del mundo, repartir poemas estupendos en hojas sueltas en la calle y eso no basta, hay que tener un libro. Es una necesidad ‘institucional’ y la mejor manera de que el poema perdure”.
Miembro de esa camada que incluye nombres como los de Kattia Chico, Ángel Matos, Mayda Colón, Amarilys Tavares, Juanmanuel González, Julio César Pol, Federico Irizarry y John Torres, Jorge David es uno de los últimos en publicar, a pesar de haber tenido su libro “armado” desde el 2002. “Su salida se demoro por varias razones, pero a la postre eso ha sido positivo porque me permitió madurar la selección”, comenta. “Los primeros poemas del libro aluden a la transmutación de muchas maneras, con la comunión como eje”, ilustra. “Mami es ministro protestante y toda mi cantera metafórica viene de ese mundo. En el libro trato de elaborar un cristianismo más social, acercándome al Dios hecho hombre para lograr una comunión entre lo divino, la humanidad y muchas otras cosas de la vida que nunca han sido dejadas de la mano de Dios... se trata de poder ver a Dios en todo lo que nos rodea”.
Sin “viaje”
Jorge David señala que la primera vez que tuvo el libro entre sus manos no paso nada especial. “La verdad es que no me sentí muy distinto y vine a reaccionar luego de varios días”, acota. “Fue muy raro... se espera, se espera, se espera y una vez lo tienes en las manos dices ‘¿y ahora?’ Entonces tienes que dar la cara por él, ayudarlo a que empiece a caminar, presentarlo, leerlo. Estoy bien claro de muchas cosas que algunos escritores quieren obviar o desconocen. Hay colegas que reniegan de esa parte de lo que representa publicar un libro, como si escribir no tuviese implícito el propósito de llegar a otros, escritores a los que, me imagino, no les importa el lector y, si publican, ellos mismos compran la tirada completa de sus libros”.
En esta misma línea de pensamiento, Capiello-Ortiz señala que “el libro es un producto al que tienes que ayudarlo a andar y cuidarlo”. “Si no puedes descuidar el verso, tampoco la manera como se facilita que ese libro llegue a su destino”, afirma.
Asimismo, el escritor confiesa que se ha sentido sorprendido y halagado por la estupenda aceptación que ha tenido su libro entre la comunidad literaria, sobre todo porque se considera mejor narrador que poeta. “Mi poesía tiene mucho cuidado, pero nunca he creído mucho en ella”, reflexiona. “Sé que es buena pero no excelente, pero no deja de complacerme mucho sentir que haya personas que sí la consideren así”.
Jorge David señala que la primera vez que tuvo el libro entre sus manos no paso nada especial. “La verdad es que no me sentí muy distinto y vine a reaccionar luego de varios días”, acota. “Fue muy raro... se espera, se espera, se espera y una vez lo tienes en las manos dices ‘¿y ahora?’ Entonces tienes que dar la cara por él, ayudarlo a que empiece a caminar, presentarlo, leerlo. Estoy bien claro de muchas cosas que algunos escritores quieren obviar o desconocen. Hay colegas que reniegan de esa parte de lo que representa publicar un libro, como si escribir no tuviese implícito el propósito de llegar a otros, escritores a los que, me imagino, no les importa el lector y, si publican, ellos mismos compran la tirada completa de sus libros”.
En esta misma línea de pensamiento, Capiello-Ortiz señala que “el libro es un producto al que tienes que ayudarlo a andar y cuidarlo”. “Si no puedes descuidar el verso, tampoco la manera como se facilita que ese libro llegue a su destino”, afirma.
Asimismo, el escritor confiesa que se ha sentido sorprendido y halagado por la estupenda aceptación que ha tenido su libro entre la comunidad literaria, sobre todo porque se considera mejor narrador que poeta. “Mi poesía tiene mucho cuidado, pero nunca he creído mucho en ella”, reflexiona. “Sé que es buena pero no excelente, pero no deja de complacerme mucho sentir que haya personas que sí la consideren así”.
Hacia el final de la charla Jorge David -cuya primera lectora es su madre- destaca que le preocupa profundamente que su poesía tenga una resonancia en cualquiera que la lea. “No me voy en ese ‘viaje’ del ‘yo sólo escribo pa mí’, sino que hay un afán de decir y que diga me trascienda a mí... el libro es un intento por llegar”, concluye.
1 comentario:
Capi me gusta mucho tu Blog, te felicito...
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