martes, 23 de febrero de 2010

CRÍTICA DE LA RAZÓN CÍNICA

a Fritschiella Batalla; mi amor.


«Ser racional» significa situarse en una peculiar relación, dificilmente feliz, con lo sensible. El «sé inteligente», traducido a la práctica, significa «no te fíes de tus impulsos, no obedezcas a tu cuerpo, aprende a dominarte»... comenzando por la propia sensibilidad. Sin embargo entendimiento y sensibilidad son inseparables. La violenta exudación de Törles tras la lectura de dos hojas de la Crítica de la Razón pura encierran tanta verdad como todo el kantismo entero. La mutua operatividad entendida de physis y logos es filosofía y no lo que se dice. En un futuro próximo sólo un fisonomista podrá ser un filósofo que no miente. El pensamiento fisonómico ofrece una oportunidad para evadirse de ese ámbito de cabezas divididas y, por consiguiente, perversas. Proponer una nueva crítica de la razón significa también pensar en una fisonomía filosófica: esto no es, como en el caso de Adorno, «teoría estética», sino teoría de la conciencia con pelos y señales (y también dientes).

Peter Sloterdijk

jueves, 18 de febrero de 2010

LA NUEVA LITERATURA URBANA


En ocasiones se me antoja decir “lo urbano” (literatura, música, arte, estudios, etc.) como quien dice neocostumbrismo.

domingo, 14 de febrero de 2010

ONANIA


De la sección Amor( a )tajadas del libro Comunión antropoética les regalo uno de mis poemas y uno de los pocos de temática romántica o erótica que me atrevo mostrar.


Onania


En sus ojos
un bosque de sauces
atardece más temprano
y un manto
que oscurece el rostro
al compás de un reloj de avena
se tiende hasta enraizar en su boca.

En su nariz
un airecillo
como de hierba húmeda
se cuela en bandadas de mariposas
y un huracán
que desencausa ríos
se deposita bajo el verano de su aliento.

En su boca
un musgo arrulla larvas
para despertar libélulas
y un enjambre de termitas
carga esporas en sus alas
para abonar las raíces de otros sauces
que van naciendo.

En su aliento
una canción de lluvia crece
buscando la humedad de otros labios
y un mar de poros escalofriados
desborda en silencio
ahogando el suspiro
enmudeciendo gemidos
humedeciendo sus dedos.