martes, 23 de febrero de 2010

CRÍTICA DE LA RAZÓN CÍNICA

a Fritschiella Batalla; mi amor.


«Ser racional» significa situarse en una peculiar relación, dificilmente feliz, con lo sensible. El «sé inteligente», traducido a la práctica, significa «no te fíes de tus impulsos, no obedezcas a tu cuerpo, aprende a dominarte»... comenzando por la propia sensibilidad. Sin embargo entendimiento y sensibilidad son inseparables. La violenta exudación de Törles tras la lectura de dos hojas de la Crítica de la Razón pura encierran tanta verdad como todo el kantismo entero. La mutua operatividad entendida de physis y logos es filosofía y no lo que se dice. En un futuro próximo sólo un fisonomista podrá ser un filósofo que no miente. El pensamiento fisonómico ofrece una oportunidad para evadirse de ese ámbito de cabezas divididas y, por consiguiente, perversas. Proponer una nueva crítica de la razón significa también pensar en una fisonomía filosófica: esto no es, como en el caso de Adorno, «teoría estética», sino teoría de la conciencia con pelos y señales (y también dientes).

Peter Sloterdijk

No hay comentarios: