lunes, 25 de febrero de 2008

CASQUILLOS #11 - ¡SALVE, OH POETAS!


En lo sucesivo, El Copista Calisténico, retoma lo que en principio constituye el norte de este espacio. Los consabidos Casquillos, como muchos podrán sospechar, no son más que un desenfadado contra “preaching” a aquel sermón celayesco de la poesía como un “arma cargada de futuro”. En los Casquillos lo que queda sobre el suelo no es sino los fragmentos de un espejo al negativo donde se observa a contrapelo quien ha tenido, más que por virtud, por defecto, la lúcida ingenuidad de vestir los trapos del poeta. “Canto y canto, y cantando más allá de mis penas personales, me ensancho”, dice Celaya. Tanto se ensancha que más adelante replica, “Tal es mi poesía”. “Tal es, arma cargada de futuro expansivo, con que te apunto al pecho”. Curiosamente se nos apunta al pecho con una poesía que “No es una poesía gota a gota pensada. No es un bello producto. No es un fruto perfecto”. Aún así, en aquel “mi poesía”, resuena disonante el vate aquel del producto no bello y el fruto no perfecto. Cierto gesto por diluir la poesía como culturema asumido dentro de un ámbito elevado o de elite transluce de estos versos pero el vate laureado se traiciona a sí mismo.

Igual pasa con la aparición de la antipoesía. En los Poemas y Antipoemas de Huidobro se asoma una vez más la posibilidad de la antipoesía como parte de ese “futuro expansivo”; más que nada, se retoma la propuesta del posible “me ensancho”. En otras palabras, no se trata de encontrar la antipoesía, sino, el antipoeta. El resultado: una vez más el cincel es derrotado por el peso de los laureles. En “Advertencia al lector” el poeta dice:

Según los doctores de la ley este libro no debiera publicarse:
La palabra arcoiris no aparece en el en ninguna parte,
Menos aun la palabra dolor,
La palabra Torcuato.
Mesas y sillas si que figuran a granel,
¡Ataúdes! ¡útiles de escritorio!
Lo que me llena de orgullo
Porque, a mi modo de ver, el cielo se esta cayendo en pedazos.


Bonito todo el asunto, diría el Copista, salvo por un detallito. Parece ser que la advertencia al lector no se encuentra en el desmoronamiento de los cielos. La verdadera advertencia está en algunos versos que más adelante nos confiesan:

Cuidado, yo no desprestigio nada
O, mejor dicho, yo exalto mi punto de vista,
Me vanaglorio de mis limitaciones
Pongo por los cielos mis creaciones.

Para todos esos CREADORES; elevados poetas de la exaltación y la vanagloria, los Casquillos del Copista.


Infortunado narratario


Soy de esos geniales poetas
que escriben para ellos mismos.



Artífices


La muerte traza con su dedo
la línea entre escritores
y quienes hacen arte.
Los primeros, escriben
los segundos, todavía se leen.



Artífices II
Escribir es construir, a través
del texto, el propio modelo de lector.
Umberto Eco


Hay quien escribe para si mismo
y hay quien escribe para ser leído
pero hay quien logra escribir
para que otros quieran leerlo.



¡Pst…! ¡Poetas!


Las opciones son:
ser un pequeño dios
o un grandísimo demonio.



Antaño y hogaño


De los poetas de antaño
los laureles y las ramas de olivo
hogaño
las buenas ensaladas.



Poetas


Diáspora de Babel.



Gloria en las alturas (que acá abajo estamos chilling)


¡Salve! ¡Oh, Poeta!
Si a la gloria plugó
legar tu obra al mundo
¿será menester que muramos?

viernes, 8 de febrero de 2008

Efraín Huerta - Gatillero #4

En su que(no)hacer de paleontólogo literario, a demás de Cálico Electrónico, el Copista Calisténico ha encontrado otros poetas minimalistas que abonan interesantes fósiles a la colección de micro poesía que en este infame blog se exhiben. Esta vez engalanan el museo (es decir: el mausoleo de las musas) una selección de 5 POEmÍNIMOS del poeta mexicano Efraín Huerta (1914-1982), ilustrados por el artista iraní Seyed Alireza Meraji.





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Tomado de: http://www.agseso.com/interiores/poeminimos/poeminimos_1.htm

lunes, 4 de febrero de 2008

CASQUILLOS #10 - FLECHAS PERDIDAS

El Copista Calisténico, dada la temporada que se avecina, desea revelar algunos Casquillos que funcionan a manera de “mantras” para evitar las lesiones debido a flechas perdidas por un charlatán que responde al nombre de Cupido. Sírvase pues copiar estos pequeños conjuros y colocarlos en su cartera, bajo su almohada y, si es posible, reproducir el que mejor le parezca en la palma de su mano. De manera que, si se encontrara en la posición de intercambiar algún tipo de fluido como parte de las taras rutinarias en este tipo de oficios, tenga siempre uno a la mano.


Para no perderlas


De ti tengo tan buenas memorias
que, en ellas, en ocasiones te sustituyo por otras
para no perderlas.



Van Gogh revisited
Yo vi / a Van Gogh / dando
gritos / con el pincel a cuestas.
Arturo Gómez Costa


¿De que te quejas, Van Gogh?
A ti te rechazaron
yo casi desposo a una…
y aún estos versos no tienen
la gracia de Los Girasoles.



Van Gogh twice


Que estupideces haces Van Gogh:
enviar tu oreja a la mujer amada.
Ahora tendrás que escucharla
cuando esté en los brazos de otro.



Te sacarán los ojos


Todo acto de amor
no tan en el fondo
es una potencial
crianza de cuervos.



Soltero y certero


Que incierto es el futuro
de una relación que no acaba.



Los votos


Hasta que la muerte…
…no(s) se – pare.